🎓 El amor incondicional del psicólogo

“La Psicología es, al fin y al cabo, un amor incondicional al ser humano”. Esta definición, que nace de cuatro años de aprendizaje, ha sido pronunciada en el momento más oportuno: el discurso de los delegados y subdelegados en la graduación de una nueva promoción de psicólogos.

Anna Ollé, Alba Noa Jiménez, Alex Beardo y Joaquín Pardo han pronunciado un discurso coral, a cuatro voces. Y han hablado de su futuro, “del libro que comienza tras el prólogo de este discurso” y, sobre todo, del compromiso con la persona que es inherente a la profesión de psicólogo. “Hemos aprendido a querer a la persona y a querernos a nosotros mismos”, han señalado.

Parten de la mejor de las posiciones. “Somos libres y felices, y más jóvenes de lo que nunca seremos”, han proclamado. Su camino es facilitar que los cada cual pueda recorrer el suyo. Así, invocando a Vigotsky, han recordado que su destino es “convertirnos en nosotros a través de los demás”. Y todo ello, mediante de la “comprensión, el cariño, la escucha activa, la empatía y el amor”

Antes de tomar la palabra en su acto de graduación, los estudiantes habían recibido los consejos de su madrina, la directora de Organización, Talento y Cultura de la compañía Suez España, Sandra Tobías. Ésta ha afirmado que “las personas son el verdadero motor de cambio de las organizaciones”. También, ha señalado como imprescindible el que encontremos “un sentido a aquello que hacemos”.

La ceremonia, durante la cual el coro universitario ha intervenido en diversas ocasiones, ha tenidos su momento central con la lectura del compromiso del graduado y la imposición de becas. El cierre ha corrido a cargo del rector, Rafael Rodríguez-Ponga, que ha asegurado que los estudios de Psicología forman “parte esencial de nuestro mensaje académico y profesional”. En este sentido, ha aludido al profundo humanismo y al sentido espiritual de la vida que se propone en nuestra universidad.