Un cuarto de siglo después, la promoción del año 99 vuelve a la universidad para recordar viejos tiempos, reconocer las caras de antiguos compañeros y, en su caso, retomar el contacto y las relaciones que el tiempo pudo haber diluido. Son sus Bodas de Plata como alumni de nuestra universidad. Dice el tanto que veinte años no es nada, pero no cabe duda de que veinticinco sí que lo son ¡Hay que celebrarlo!
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