🎓 Debilidades de la Sanidad de EE UU frente a la pandemia 

Ante un reto sanitario como el del coronavirus, un sistema como el de los Estados Unidos “comporta múltiples desventajas para hacer frente a una pandemia como la actual”.

Fecha: jueves, 23 de abril de 2020 a las 18:30h

Debilidades de la Sanidad de EE. UU. frente a la pandemia 

Ante un reto sanitario como el del coronavirus, un sistema como el de los Estados Unidos “comporta múltiples desventajas para hacer frente a una pandemia como la actual”. Así lo cree el profesor del Departamento de Empresa y Economía y experto en economía de la salud, Aleix Gregori. 

Para empezar, señala este especialista que “cerca de 30 millones de personas no tienen ningún tipo de cobertura sanitaria”, dado que estamos ante un sistema sanitario de seguro privado voluntario en el que “ni los empresarios están obligados a ofrecer un seguro ni el trabajador a contratarlo” De este modo, nos encontramos con que muchas personas tendrán muy complicado el acceso a una atención médica en caso de contraer el coronavirus. 

Las fragilidades no se detienen este punto. Incluso las personas que cuentan con un seguro “evitan hacer uso de él porque los seguros privados normalmente no cubren todos los costes de atención, ni tampoco los tratamientos”. Eso en el caso de que aún lo mantengan, pues es previsible que se destruyan puestos de trabajo, y la pérdida del empleo comporta también la del seguro. 

A este escenario de desprotección hay que sumarle aún varios factores más. Uno de ellos es que tampoco está asegurada la baja por enfermedad. Ante esta circunstancia, es previsible que se multipliquen los casos de trabajadores que, pese a encontrarse mal, prefieran acudir a su puesto de trabajo antes que afrontar “una pérdida de ingresos”, reflexiona Gregori. En suma, un escenario propicio para nuevos contagios y nada favorable a la recuperación del trabajador enfermo. 

El otro factor que hay que añadir es de carácter estructural. En este sentido, Gregori habla de fragmentación: “En los Estados Unidos no hay un gobierno unificado en materia de salud, como en el caso de los sistemas sanitarios universales. Esto hace que sea mucho más difícil la movilización y coordinación de los recursos sanitarios para hacer frente a la pandemia”.

Clases de sistemas sanitarios

Un sistema sanitario se define como la manera de organizar la atención a la salud de las personas en un determinado territorio. La versión moderna de los sistemas sanitarios comenzó a fraguarse en el siglo XIX y se consolidó en la segunda mitad del XX. Como explica este profesor del Departamento de Empresa y Economía, aunque la forma de implementación en los distintos países ha dado lugar a una gran diversidad, sí pueden establecerse algunas clasificaciones genéricas. 

La primera de ellas discriminaría entre los sistemas de cobertura universal y aquellos en los que dicha cobertura no tiene este alcance. Los Estados Unidos se sitúan dentro de estos últimos, con un papel central del seguro sanitario privado de carácter voluntario. 

La segunda categorización cabe realizarla dentro de los sistemas universales. En este caso, el factor diferenciador es el tipo de seguro. En los países con un modelo de “seguridad social”, el seguro sanitario es obligatorio para toda la población y está vinculado al puesto de trabajo. De este modo, son trabajadores y empleadores son los que se hacen cargo de la prima. Como indica el profesor Gregori, así es como se organiza Alemania. Países como España, Reino Unido o Italia optan por una fórmula de “sistema nacional de salud”, en la que la financiación se hace a través de los impuestos y la condición de beneficiario se vincula al hecho de ser ciudadano residente y no al puesto de trabajo. 

En los denominados sistemas nacionales de salud, la provisión de servicios suele ser a cargo de entidades públicas. Sin embargo, matiza Gregori, países como Suecia o Canadá presentan una versión singular de este modelo, ya que “la financiación también suele ser a través de los impuestos, pero hay una participación mayor de proveedores privados”. 

Privados y universales, ambos son sistemas sanitarios. Sin embargo, se observa que cuando la centralidad está en el seguro privado y voluntario, el sistema de atención a la salud suele ser fragmentario, “lo que nos aleja de la idea de sistema como un todo articulado y cohesionado”. Si volvemos a analizar el caso estadounidense, veremos cómo el aseguramiento sanitario público “se limita a la población jubilada o discapacitada (Medicare) y a la que no tiene recursos suficientes (Medicaid). Para el resto, el seguro es privado y de carácter voluntario”, subraya Gregori. 

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