🎓 La guerra cambia y con ella el Derecho Internacional 

En el contexto de la celebración de los setenta años de la Convención de Ginebra la Universitat ha organizado una jornada con el teniente coronel Mario Lanz.

Fecha: viernes, 20 de diciembre de 2019 a las 12:15h

La guerra cambia y con ella el Derecho Internacional 

En el contexto de la celebración de los setenta años de la Convención de Ginebra, la Cátedra UNESCO en Paz, Solidaridad y Diálogo Intercultural de la Universitat ha organizado una jornada en la que ha participado el teniente coronel Mario Lanz.

En ella, Lanz ha afirmado que las actuales normas del Derecho Internacional Humanitario bastarían para prohibir el uso de armas letales autónomas en el caso de que éstas no estuvieran sometidas al control final de un humano. 

Siguiendo esta misma línea, Lanz ha explicado que el uso de armas autónomas podría atentar contra el principio de proporcionalidad que informa las convenciones internacionales que regulan el Derecho de la guerra. La referida proporcionalidad exige “controlar el uso de las de las armas desde que se emite la orden de usarlas hasta que se ejecuta”, y parece que con las armas autónomas esto “podría no ser así”.

El teniente coronel ha añadido que “todo armamento siempre debería estar controlado por la mano humana”. Es decir, se trata de que siempre haya la posibilidad de que una persona al mando pueda cancelar el ataque en función de un nuevo juicio de proporcionalidad ante posibles eventualidades.

En su ponencia, Lanz ha expuesto los desafíos que enfrenta actualmente el Derecho Internacional para establecer las normas por las que debe regirse la guerra. La guerra ya no es un estado fácilmente reconocible, sino que lo que abundan son conflictos híbridos con múltiples actores, lo que dificulta la regulación.

Un claro ejemplo para Lanz es el uso que se le da al concepto de “combatiente” y la ampliación de su significado para atender diversas realidades. Sin embargo, aunque sea positivo extender el estatus de combatiente a personas no militarizadas, también puede dar lugar a efectos indeseados para la población civil. Y es que, la difuminación de los límites entre los combatientes de grupos armados organizados y la población civil puede repercutir en “una mayor desprotección” de esta última.

Además, hay que tener en cuenta, que, en contextos de conflictos volátiles, el hecho de ser combatiente no es un estado estable. Se dan las llamadas “puertas giratorias”, a través de las que la misma persona que hace una acción armada pasa a “confundirse con la sociedad civil”. Este fenómeno puede desencadenar “respuestas contrarias al Derecho Internacional Humanitario”.

Tras Mario Lanz, ha hablado el profesor de Derecho Internacional y especialista en terrorismo internacional de la Universitat, Francisco Villacampa. Según ha afirmado, el principal temor de las autoridades respecto de terrorismo yihadista es que “DAESH y Al Qaeda se fusionen”. Este experto considera que “la amenaza yihadista seguirá siendo importante” y que “la UE tiene que ser diligente para evitar que los conflictos en África vayan a más”.  
 

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