🎓 Fondo de reconstrucción: equilibrio y novedades significativas

La Comisión Europea ha presentado su propuesta de fondo de reconstrucción ante los estragos económicos y sociales generados por la crisis sanitaria del coronavirus.

Fecha: jueves, 28 de mayo de 2020 a las 18:15h

Fondo de reconstrucción: equilibrio y novedades significativas

La Comisión Europea ha presentado su propuesta de fondo de reconstrucción ante los estragos económicos y sociales generados por la crisis sanitaria del coronavirus. La fórmula por la que apuestan los comisarios es la de un fondo de 750.000 millones que, como se había anunciado previamente, se reparte entre transferencias y préstamos. El dinero saldrá del presupuesto de la Unión. 

Dado que la aprobación final del fondo habrá de negociarse en el marco del Consejo Europeo, la comisión ha tenido el acierto de presentar una solución que “todos pueden vender como una victoria”. Así lo cree el profesor del Departamento de Empresa y Economía, Albert Guivernau. Por una parte, los países del sur pueden estar satisfechos de que la parte de destinada a ayudas a fondo perdido (500.000 euros) es “generosa” y se aproxima a los cálculos más optimistas. Por otra, “la cantidad final se sitúa por debajo de lo previsto”, para contento de los países del norte. Hay que recordar que en la última reunión del Consejo se había fijado la cifra entre un billón y un billón y medio.

España puede considerarse uno de los grandes beneficiados del reparto que ha puesto la Comisión encima de la mesa. Le corresponderían 140.000 millones de euros (77.000 en transferencias y 63.000 en créditos), únicamente Italia (172.000 millones) recibiría más ayudas. El profesor Guivernau cree que se ha tenido mucho en cuenta el importante peso que el turismo tiene en la economía de estos dos países mediterráneos. 

Pendiente de negociación

Como se ha señalado, la última palabra la tendrán los estados miembros. El fondo de reconstrucción definitivo saldrá de una negociación en el marco del Consejo Europeo. Sin embargo, aunque la propuesta de la Comisión pueda cambiarse, “es un buen punto de partida”. Lo lógico, según explica Guivernau, es que el tira y afloja se desarrolle en los siguientes términos: los países del norte tratarán de contraer la proporción de transferencias directas y los del sur, aumentar la cantidad, aunque sea por la parte de los préstamos. Al final, el resultado final no debería ser muy diferente del fondo por el que apuesta la Comisión, ya que tiene el respaldo alemán y el peso de la economía de países como los Países Bajos “no es tan grande como para tumbar la propuesta”. 

Desde la perspectiva española, es buena noticia que, en la distribución propuesta por la ‘guardiana de los tratados’, las ayudas a fondo perdido representen dos tercios del total. Es fundamental tener consolidada esta parte, que recoge el guante del pacto franco-alemán, ya que, si luego hay que ampliar el montante final del fondo, “siempre será más fácil negociar el incremento por la parte de las ayudas en forma de crédito”. 

Pasos sustantivos

Desde el punto de vista de la evolución de las políticas comunitarias, el fondo diseñado por la Comisión contiene novedades muy significativas. La primera tiene que ver con la financiación, que se hace con cargo al presupuesto de la Unión. Es la Comisión la que asume la captación del dinero en el mercado, lo que implica un “abaratamiento de los costes del endeudamiento, ya que la calificación de la deuda de la UE es mucho más solvente que la de los estados miembros individualmente”. Todavía no hemos llegado a los coronabonos, “pero nos acercamos mucho”, considera Guivernau. La segunda novedad consiste en la ruptura del tabú de que no era posible ampliar el presupuesto de la UE. Si se aprobara la propuesta de la Comisión, el presupuesto subiría hasta el 2% de la renta nacional bruta de los veintisiete, que es el doble del actualmente vigente. 

Los 750.000 millones de euros del fondo de reconstrucción se sumarían al conjunto de ayudas europeas que ya están en funcionamiento: el programa de compra masiva de deuda del Banco Central Europeo, que ha sido “clave para que no se haya disparado la prima de riesgo”, y, en el contexto del Eurogrupo el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), la aportación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el fondo para los desequilibrios del mercado laboral (SURE). Todo suma dos billones, lo que es casi el doble del PIB de España en 2019.

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