🎓 El pueblo gitano en los planes de reconstrucción

Pese a ser una comunidad especialmente vulnerable desde el punto de vista socioeconómico, la comunidad gitana no aparece especialmente citada en los planes de recuperación promovidos desde las instituciones públicas. 

Un olvido que lamenta el vicerrector de Relaciones Institucionales y Profesorado, Sergi Rodríguez López-Ros, que sostiene que los colectivos en riesgo deben ser prioritarios en el reparto de ayudas e incentivos para acelerar su recuperación”. Y los gitanos lo son. “No se puede tratar igual a los desiguales”, señala. 

A principios de la crisis de la COVID-19 Rodríguez López-Ros, que es un estudioso de la realidad y la cultura gitanas, ya advirtió que el pueblo gitano presentaba características que lo hacían más sensible a la situación. Se refirió entonces a las condiciones en las que viven muchas de sus familias, así como a la elevada proporción de autónomos que hay entre los gitanos, lo que los dejaba más desprotegidos ante la crisis económica.

Un año después, en el Día Internacional del Pueblo Gitano (8 de abril), “lamentablemente, hay que decir que los temores se han confirmado”, destaca. Por ejemplo, señala que las cifras de desempleo “han aumentado exponencialmente entre el pueblo gitano”. 

Nuestro vicerrector apela al espíritu de transformación social y económica que se predica de los fondos del Next Generation UE para reclamar medidas adecuadas a la particularidad del pueblo gitano. El principio general sería promover una “flexibilidad laboral y contributiva”. 

Desde el punto de vista laboral, “si queremos que los gitanos se incorporen cada día más al mercado laboral normalizado, hay que apostar por una formación dual adaptada a su idiosincrasia cultural”. Adicionalmente, propone que la Seguridad Social contemple “un régimen especial en las cotizaciones y en la contratación”, en atención a la estructura de servicios que proporcionan los gitanos. “No olvidemos que en la llamada España despoblada los gitanos son uno de los primeros abastecedores de productos alimentarios y de ropa”, señala. 

Extremadamente resilientes

Las dificultades derivadas de la crisis de la COVID-19 han vuelto a poner de manifiesto la capacidad de resistencia de los gitanos. “Son extremadamente resilientes. Sin esa capacidad no habrían llegado hasta hoy con una identidad tan marcada. Habrían sido asimilados por la sociedad mayoritaria o, como quisieron los totalitarismos del siglo XX, aniquilados”.

Como fundamentos de esta capacidad para resistir, alude al mantenimiento de la familia como “estructura social básica” y la vigencia de un concepto de sociedad “basado en la solidaridad”, a lo que hay que sumar sus creencias religiosas y el orgullo de pertenencia. Todo esto ha salido ha relucir durante la crisis actual, que ha sido una nueva muestra de que “una cultura de valores, de autoprotección, de autosolidaridad, es la mejor prevención para evitar riesgos”.