🎓 El feminismo constructivo de María Laffitte

En un clima cultural y social menos propicio que el francés, esta sevillana, ensayista y crítica de arte, tuvo la audacia e “independencia intelectual” de explicar al mundo lo que ella veía con claridad: que desde el principio de los tiempos ha existido una “competición” soterrada entre el sexo femenino y masculino. 

Fecha: jueves, 04 de marzo de 2021 a las 19:45h

El feminismo constructivo de María Laffitte

En 1949 la escritora Simone de Beauvoir publica su ensayo Segundo sexo. Esta obra, que estaría llamada a convertirse en el libro de cabecera del movimiento feminista, llega un año después de que la condesa de Campo Alange, de nombre María Laffitte, publicara La secreta guerra de los sexos. En un clima cultural y social menos propicio que el francés, esta sevillana, ensayista y crítica de arte tuvo la audacia e “independencia intelectual” de explicar al mundo lo que ella veía con claridad: que desde el principio de los tiempos ha existido una “competición” soterrada entre el sexo femenino y el masculino. 

Así lo ha explicado el rector, Rafael Rodríguez-Ponga, en la conferencia con la que ha comenzado la segunda edición del ciclo Mujeres Protagonistas del Siglo XX. Testimonios para el Siglo XXI, organizado por el Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala

María Laffitte llegó a la conclusión de que, tras las dos guerras mundiales, “el mundo y el papel de la mujer habían cambiado definitivamente”. Se trataba del punto culminante de un proceso de transformación antropológica que se había iniciado en el Renacimiento, momento en que, a su juicio, el patriarcado “quedó herido de muerte”. 

Desde su punto de vista, patriarcado y matriarcado se habían sucedido durante la historia en largos períodos de dominio, sustanciando esa lucha larvada entre los sexos. Sin embargo, su visión de esta "guerra secreta" no era dialéctica. Laffitte apostaba por buscar el equilibrio. Para ella “la superación del patriarcado no debía ser la vuelta al matriarcado”, ha subrayado Rodríguez-Ponga. 

Para Laffite, “el gran dilema que se le presenta a la mujer es entre crear su propio mundo o unirse al que ya está creado”. Ella defendía la primera opción. La lucha de la mujer no podía consistir en dominar un mundo hecho a la medida del hombre, sino en hacer uno nuevo en el que la visión de la mujer sí estuviera presente. “Ella creía que la mujer podía construir su propio mundo”, ha dicho Rodríguez-Ponga, que, además de conocer profundamente su obra, está ligado con Laffitte por vínculos familiares, ya que es nieto de la ensayista. 

Para Laffitte, que fue la creadora del Seminario de Estudios Sociológicos sobre la Mujer, el objetivo tenía que ser “crear una historia propia”. Es decir, modular un mundo a la medida de los rasgos constitutivos de la mujer, que, en último extremo, se concretan en el hecho de la maternidad. Pero no la maternidad en sentido físico, sino como “visión del mundo”, ha explicado el ponente. 

Con la figura de Laffitte se ha abierto este seminario sobre mujeres relevantes del siglo XX, en el que se tratarán figuras como las de Ada Negri, Marie Curie, María Zambrano, Novella Scardovi y Clara Janés
 

El feminismo constructivo de María Laffitte