🎓 Lo psicológico marcará diferencias si vuelve la competición

Domingo 8 de marzo, se disputan los partidos correspondientes de competiciones llamadas a continuar el fin de semana siguiente. Pero no sucede así, la crisis del coronavirus obliga a parar las competiciones y sitúa al deportista en un compás de espera en el que tiene que mantener la preparación para el incierto día de volver a las canchas. 

Fecha: lunes, 27 de abril de 2020 a las 14:30h

Lo psicológico marcará diferencias si vuelve la competición

Domingo 8 de marzo. Se disputan los partidos correspondientes de competiciones llamadas a continuar el fin de semana siguiente. Pero no sucede así: la crisis del coronavirus obliga a parar las competiciones y sitúa al deportista en un compás de espera en el que tiene que mantener la preparación para el incierto día de volver a las canchas. 

Como explica el director del postgrado en Psicología Coaching en el Deporte de la Universitat, Francisco-Solano Romero, “romper las rutinas de trabajo, que incluyen entrenamiento y competición, afecta al estado físico, mental, emocional y competitivo”. Sin embargo, mientras que el mantenimiento de la parte física es relativamente sencillo gracias a los equipos con los que cuentan la mayoría de los deportistas en sus domicilios, “es mucho más complicado recuperar la mentalidad de la competición”. Por ello es fundamental que el deportista siga trabajando con su psicólogo deportivo, de la misma manera en que está en contacto con su preparador físico. 

Esto es especialmente importante en deportes de equipo, que es donde más se puede “resentir el nivel competitivo” a consecuencia de la suspensión de las competiciones. En este tipo de disciplinas “los procesos que influyen en el rendimiento tienen mucho que ver con el grado de coordinación, intensidad y eficiencia del juego colectivo, aspectos que no se pueden entrenar en una situación de confinamiento”, argumenta Romero. 

Así pues, cuando se retome la competición “podremos observar que las diferencias entre equipos dependerán de cómo gestionen los factores psicológicos para recuperar la mentalidad y actitud necesarias para volver a competir”, afirma este psicólogo coach del deporte. Aquí será determinante “la capacidad de liderazgo de los entrenadores”, así como el trabajo de los psicólogos deportivos para “ayudar a clarificar objetivos, generar compromiso, motivación y recuperar las dinámicas de comunicación y coordinación”. 

Trabajo psicológico durante el parón

La labor que cada deportista realice desde el plano psicológico para conservar el nivel de activación mental durante el parón también será decisiva. Afortunadamente, hay “excelentes psicólogos trabajando y una gran cantidad de modelos y herramientas de trabajo para ayudar a deportistas, árbitros y entrenadores a entrenar y entrenarse, y estar preparados para competir”. Entre otras aplicaciones de la psicología, Romero destaca la reestructuración cognitiva para trabajar las creencias irracionales, la modificación de conducta para reforzar actitudes y consolidar hábitos, el manejo de la ansiedad, estrés e inteligencia emocional para gestionar la actitud y autocontrol en diferentes momentos (precompetición, competición y postcompetición) y la gestión de la comunicación y relaciones en los grupos para generar cohesión interna, compromiso, motivación, sentido de identidad y pertenencia al equipo. 

Inicialmente, este entrenamiento psicológico requiere del acompañamiento de un profesional de la psicología del deporte; posteriormente, el deportista aprende a “incluir rutinas en su comportamiento mental, emocional y conductual sin mayor problema”. 

En el caso de los entrenadores, además de los procesos antes comentados, será oportuno “ayudarles a desarrollar su potencial de liderazgo basado en la influencia e impacto en el grupo”. 

Tranquilidad para los olímpicos

La situación de los deportistas cuya principal cita fueran los Juegos Olímpicos es diferente. Tras un momento de incertidumbre sobre si se celebraría la competición, la decisión sobre el aplazamiento a 2021 les ha “descargado de la ansiedad ante la cercanía de la fecha y la imposibilidad de entrenar”. Considera Romero que, seguramente, habrán “ganado tranquilidad y tiempo para llegar a su máximo nivel a la Olimpiada”.

“Incluso, a muchos de ellos, este aplazamiento les da una oportunidad que antes no tenían; es el caso de los lesionados, como, por ejemplo, Pau Gasol. La mayoría de ellos ya trabajan con profesionales de la psicología y saben cómo reprogramar objetivos y cargas de trabajo. Quizá el único mensaje sería recordarles que confíen en el trabajo ya realizado y que, con este año por delante, tienen tiempo para llegar mejor preparados”, añade al respecto este profesional de la psicología coaching en el deporte. 

Volver a empezar

También se abre una oportunidad para los deportistas y equipos que llevaban una mala dinámica en el momento en que se tuvo que detener la competición. Para ellos, el reinicio “será como comenzar una temporada reducida en partidos y tiempo, con más intensidad pero con la oportunidad de cambiar dinámicas y rutinas poco eficientes y establecer nuevos objetivos que les permitan cambiar inercias negativas”, apunta Romero.

Lo psicológico marcará diferencias si vuelve la competición