🎓 Reporterismo digital para el “plus” periodístico

Desde que se fabricó la imprenta hasta que a alguien en Estrasburgo se le ocurrió que aquel artilugio podía servir para publicar el primer periódico impreso pasó más de siglo y medio. Encontrar el modo de aplicar de forma útil y eficiente la tecnología lleva su tiempo. Por ejemplo, el mundo del periodismo ya ha consumido veintiséis años desde la irrupción de internet y todavía no ha encontrado la manera de hacer la inevitable transformación digital. 

Dos décadas y media en las que las grandes cabeceras de nuestro país no han hecho el reset que prescribe el periodista Albert Montagut en su nueva obra (Reset. Cómo concluir la revolución digital del periodismo). El autor ha compartido sesión con estudiantes de Periodismo, a los que ha transmitido la idea de que la digitalización no es un asunto que concierna al futuro, sino que debe llevarse a efecto en el presente.

Se ha perdido mucho tiempo, pero la parte buena es que, aunque se ha ido postergando la decisión, sí que se sabe que la digitalización es un camino que indefectiblemente se ha de tomar. Para dar el paso será clave que editores y directores tomen un rumbo claro y lideren a las redacciones hacia el cambio, sostiene Montagut. “El drama de los periódicos durante estos veintiséis años es que han creído que no había negocio en lo digital, cuando la realidad es que no se han abierto a la posibilidad de buscar nuevas formas de negocio”.  

El autor ha insistido en la idea de que un periódico debe preocuparse de ser “un negocio sostenible” y no depender de ayudas que puedan interferir en el contenido que debe ofrecer. Eso sí, es un negocio peculiar, ya que tiene que “velar por que la ciudadanía esté bien informada y que la civilización avance por vías democráticas”.

Desde su punto de vista, la prensa debe volver a hacerse atractiva a partir de la recuperación de su complicidad con los lectores, algo que se ha quebrado en los últimos tiempos: “Perdieron la capacidad de ser interlocutores de las personas que los leen”. En gran parte, esta desconexión se debe a la “superpolitización” de los medios. Esto, unido al impacto de sucesivas crisis, ha dado lugar a un ecosistema mediático en el que “el reporterismo ha sido una de las cosas más dañadas”.

Convertir la información en periodismo

Ahora, el medio digital proporciona la oportunidad de revalorizar la profesión. En contra de la idea de que lo degrada, Montagut considera que “la digitalización mejora el periodismo”. Los medios de expresión digitales facilitan al profesional aportar ese “plus” que hace que la información se convierta en periodismo. Para ello, el periodista tiene que aportar historias originales sacadas del trabajo a pie de calle y conocimiento de los medios a su alcance para contarlas de la mejor manera posible: “Es fundamental que sea una persona que visualice la historia que está haciendo, que tenga una visión clara de cómo debe presentarse en la web y aporte los materiales para hacerlo”. 

Montagut, que presenta una hoja de servicios dilatada en diversos periódicos de referencia, considera que el profesional debe tener algo de “diseñador” y también combinar su conocimiento del medio digital con las técnicas propias del reporterismo tradicional. “En las redacciones sobran informadores y faltan periodistas”, ha lamentado. 

El reporterismo es duro e incierto, pero permite ofrecer esa perspectiva no contada de la noticia. “El que disfruta con el salir a la calle, con el ver y oír del reportero, siempre vuelve a la redacción con algo”, ha señalado a la luz de sus seis años en la sección de sucesos.