🎓 La COVID-19 evidencia los retos del trabajo en el siglo XXI 

La pandemia que estamos sufriendo está dejando al descubierto las fortalezas y las debilidades de varios sectores en España: desde el sistema sanitario, que está siendo sometido a un gran estrés hasta el mundo del trabajo.

Fecha: jueves, 30 de abril de 2020 a las 14:45h

La COVID-19 evidencia los retos del trabajo en el siglo XXI 

La pandemia que estamos sufriendo está dejando al descubierto las fortalezas y las debilidades de varios sectores en España: desde el sistema sanitario, que está siendo sometido a un gran estrés, hasta el mundo del trabajo. Este último celebra mañana, 1 de mayo, su día en un contexto en el que la COVID-19 ha “hecho más visibles” problemas que ya existían en el entorno laboral. Así lo señala la especialista en Derecho del Trabajo y la Seguridad Social y colaboradora de nuestra Universitat, Pepa Burriel.  

En este sentido, esta especialista piensa que la necesidad de “regular el mundo del trabajo de forma coherente con el siglo XXI” no nace ahora con la emergencia sanitaria y la crisis económica derivada, sino que surge como respuesta a “la obsolescencia de nuestras instituciones laborales”. Burriel considera que los principales retos del mundo del trabajo son: la precariedad laboral, la informalidad laboral, la digitalización y el teletrabajo.  

Digitalización y teletrabajo 

En cuanto a la digitalización y el teletrabajo, la COVID-19 ha evidenciado “el largo camino que nos queda por recorrer” y esta doctora en Derecho reclama una “transición justa para la digitalización en el mundo del trabajo”. Burriel ha señalado que “tanto la normativa interna como la internacional dejan muchos vacíos” y los derechos de las personas que teletrabajan quedan sin ser “suficientemente garantizados”. 

Por ello, si en el contexto de "nueva normalidad" el teletrabajo se transforma en un recurso generalizado, hay lagunas que se tienen que “corregir con urgencia”. Entre ellas, “la falta de supervisión de los entornos laborales, pues el derecho a una adecuada política sobre seguridad y salud en el trabajo no puede demorarse más”, o “el control sobre el exceso de horas trabajadas y, probablemente, no remuneradas”. Este último, en conexión con la “afamada desconexión digital y la conciliación, porque, por ejemplo, la doble carga de la mujer teletrabajadora se incrementa”, advierte Burriel. 

Precariedad laboral 

La precariedad también estaba presente antes de la llegada de la COVID-19. Esta laboralista recuerda que la contratación temporal en España sigue situándose por encima de la media de la UE. “Se ha apreciado una reducción y se ha intensificado la lucha contra las irregularidades en esa contratación”, pero “el informe de la Comisión Europea sobre España (2020, 508, final) ha puesto de manifiesto que estos esfuerzos estaban teniendo un éxito limitado, al no tratar las causas profundas de la generalización de estos contratos”.  

La “desigualdad y la pobreza laboral” y la ralentización de la productividad laboral son las consecuencias directas de la precariedad. Además, Burriel señala que los trabajadores temporales “presentan una tasa de pobreza laboral significativa (21,3 % en 2018, 14 puntos porcentuales más que los trabajadores fijos)” y esto refleja una de las “mayores brechas de la UE”. 

Informalidad laboral 

La informalidad laboral tiene un peso importante en nuestro mercado y nuestro PIB. Según apunta Pepa Burriel, la informalidad es otra “epidemia del mundo del trabajo” e “implica una segmentación más del mundo del trabajo”. Esto “afecta a un amplio colectivo de personas, y todas ellas poseen, como característica común, su elevada vulnerabilidad. Tienen trabajo, pero no tienen empleo formal, por lo que se encuentran fuera de cualquier sistema de protección social regular”. 

En este sector se incluyen personas que recurren a la informalidad laboral por necesidad o por hacer alguna actividad irregular y las que se encuentran en un régimen que no les corresponde, como los riders. Además, en cuanto a la informalidad, hay una preocupación adicional, ya que “el sector informal puede incrementarse exponencialmente” como resultado de la crisis económica y la consiguiente disminución de horas de trabajo. 

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